sábado, 17 de agosto de 2019

EL BENEFICIO DEL SERVICIO DESINTERESADO


Sundar Singh (1889-1929) fue un misionero cristiano de la India que difundió la Palabra de Dios entre los pobladores del Tibet en las cadenas montañosas del Himalaya.
Una tarde, mientras él y su compañero viajaban a pie por un sendero montañoso del Tibet, quedaron atrapados en una tormenta de nieve. Durante una breve pausa en la tormenta, Sundar miró hacia abajo desde el borde de una cuesta empinada y vio el cuerpo de un viajero tumbado en la nieve al pie del acantilado, como a diez kilómetros por debajo del sendero. Obviamente, el extraño se había caído del camino y necesitaba ayuda urgente. Cuando Sundar decidió bajar para rescatar al hombre, su compañero le dijo que no lo hiciese. Le advirtió a Sundar que si perdían tiempo en el esfuerzo por salvar al extraño, los tres se congelarían hasta morir en la tormenta de nieve antes de llegar a su refugio. Sin embargo, Sundar estaba decidido a salvar al hombre indefenso y le pidió a su compañero que cooperara. Pero este se negó a ayudar y se alejó para salvar su propia vida.
Sundar cuidadosamente bajó la pendiente y alcanzó al hombre indefenso. Estaba gravemente herido y se había roto una pierna en la caída. Así que Sundar llevó al extraño sobre sus hombros, cubriéndolo con su manta mientras subía por el camino resbaladizo y empinado. Después de horas de difícil viaje, llevando la pesada carga en medio de la terrible tormenta de nieve, Sundar llegó al pueblo más cercano justo antes del anochecer. Estaba empapado en sudor. De repente, tropezó con un cuerpo humano, medio enterrado "en el camino cubierto de hielo". Era el cadáver congelado del compañero que abandonó a Sundar y avanzó solo para salvar su vida.
Sundar llevó al extraño hasta la calidez y seguridad de un refugio del pueblo, y le brindó toda la ayuda necesaria. Cayó en la cuenta que, al salvar al extraño, en realidad se había salvado a sí mismo. El esfuerzo de llevar el peso extra, la transpiración y el contacto de sus cuerpos vivos había conservado el calor y eso les salvó la vida. Recordó las palabras de Jesús: "Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará". Lucas 9:24.
Uno de los discípulos de Sundar SIngh le preguntó una vez: "¿Cuál es la tarea más difícil de la vida?", Sundar respondió: "¡No tener ninguna carga que llevar!". El don del servicio desinteresado es, que también beneficia al que sirve.

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