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La fortaleza mental es un elemento necesario del éxito. La fortaleza mental se define como la capacidad de enfocarse y ejecutar soluciones frente a la incertidumbre o la adversidad. Si nos rompemos bajo presión, si perdemos la paciencia con el proceso que nos desafía, puede llevarnos a dejarlo prematuramente. Tener la fortaleza mental necesaria para tener éxito requiere paciencia, creatividad, exploración y ejecución. Cuando desarrollamos la fortaleza mental necesaria para mantenernos fuertes frente a la adversidad, disminuimos los temores de estar en ella.
1. Define tu victoria.
Ganar nunca debería ser igual de fácil. Ganar se trata de competir con el desafío que tenemos entre manos y obtener el resultado que queremos. Tenemos que asumir los tipos de metas que encajan bien con nuestras creencias y valores. Es muy probable que ganemos cuando tomamos una ruta lenta pero detallada a lo largo del proceso de exploración de las soluciones inteligentes para nuestro desafío. Para ser inteligente y ejecutar bien, debemos examinar los agujeros en nuestro plan que nuestro desafío nos ha revelado y encontrar las formas más eficientes de construir un plan que llene esas lagunas. Una verdadera victoria en cualquier negocio es mutuamente beneficiosa para todos los involucrados.
2. Crea procedimientos eficientes.
Cuando estamos en el ojo de la tormenta de cualquier adversidad, debemos mantener nuestras reacciones emocionales lo suficiente como para poder utilizar la objetividad mental que necesitamos para establecer los procedimientos y las estrategias necesarias para alcanzar nuestras metas. A veces, la falla es lo que necesitamos para saber qué procedimientos, estructuras o estrategias faltan. Mientras más eficientes sean nuestros procedimientos fundamentales, más fácil será permanecer mentalmente fuertes, porque la estabilidad de nuestros procedimientos nos da algo con lo que contar.
3. Establecer prioridades.
Es difícil poseer la fortaleza mental necesaria para tener éxito cuando nos falta organización en la base de nuestra estructura empresarial. Si no priorizamos nuestros factores estresantes críticos para ser lo primero, actuamos como nuestro propio obstáculo para el éxito. Solo podemos ser responsables y confiables cuando abordamos nuestros principales estresores primero, y dejamos los detalles más orientados a las tareas para más adelante. Es más fácil delegar detalles orientados a tareas a otros, y es aconsejable hacerlo. Esto nos da la posibilidad de concentrarnos en los problemas que deben enfocarse de inmediato. Cuando hay miedo o fracaso, es demasiado fácil enfocarse en los detalles no críticos que no importan, pero que nos convencen de que estamos progresando. No dejes que seas tú. Evitar lo que es crítico porque da miedo no lo ayudará a avanzar.
4. Autoevaluación.
La fortaleza mental significa que debemos operar con honestidad e integridad. Debemos asumir la responsabilidad de lo que no funciona correctamente, ya seamos nosotros o alguna otra cosa en nuestro modelo de negocio. Las personas mentalmente duras no tienen miedo de mirarse al espejo todos los días y examinar dónde tienen espacio para mejorar. Para funcionar bien no requiere la perfección tanto como requiere la humildad para saber qué es y qué no se puede lograr en el momento. Si nos negamos a realizar una autoevaluación, muestra que no estamos interesados en obtener la información o la conciencia que necesitamos saber para evaluar qué tan bien estamos actuando o las áreas en las que debemos mejorar.
5. autocontrol
Si queremos tener éxito en cualquier nivel, no podemos ser débiles a nuestras emociones más reactivas. La fortaleza mental se basa en habilidades de inteligencia emocional. Debemos usar la atención plena como una forma de aprovechar las emociones que controlan nuestro desempeño. Debemos aprender a manejar el grado en que siempre estamos a punto de perder nuestra fortaleza mental ante emociones como el miedo, la ira, la frustración o incluso la excitación. Cuando seamos eficaces en la gestión de nuestras emociones, es mejor que nos preparemos para funcionar en nuestros niveles de rendimiento máximo.
6. Prepárate para las negociaciones.
Para tener la fortaleza mental y la estabilidad que necesitamos para tener éxito, es aconsejable prepararnos para tener las respuestas que necesitamos. Siempre debemos prepararnos para las próximas reuniones u oportunidades de trabajo en red ensayando respuestas para los cinco desafíos más comunes que enfrentamos en nuestra industria.Cuando creamos los scripts de comunicación adecuados, tenemos más confianza en las reuniones y nos preparamos con las respuestas inteligentes a las preguntas más importantes que nos harán las posibles nuevas oportunidades.
7. Entrenamiento mental.
La mente funciona como cualquier otro músculo en forma o músculo perezoso no trabajado en el cuerpo.Cuanto más utilizamos nuestra mente, la estiramos y la desafiamos, más fuerte se vuelve. Es importante establecer un entrenamiento mental diario como una forma de mejorar dramáticamente nuestro enfoque, para que podamos ejecutar con consistencia. Es uno de los métodos más efectivos conocidos por mantener nuestros pensamientos nuevos y a la vanguardia de lo que podemos lograr. Escribir un diario es una excelente manera de mantener nuestra mente abierta, activa y bien entrenada. Este es un lugar donde practicamos el autoexamen, la fijación de objetivos y la resolución de problemas. A veces las soluciones que encontramos en privado son soluciones que no podríamos haber explorado o descubierto de otra manera.
8. optimismo implacable.
El éxito no se basa en el pensamiento negativo. Para tener la fortaleza mental necesaria para lograr en cualquier nivel, debemos trabajar para reemplazar nuestro pensamiento pesimista con pensamiento de esperanza. La actitud es todo, y es el resultado directo de los pensamientos que permitimos correr a través de nuestra mente. Es más fácil mantener una actitud positiva cuando abordamos nuestras soluciones un paso a la vez, donde cualquier paso que tomemos, por pequeño que sea, se considera una mejora crítica de nuestra situación. Concentrarse en los problemas solo crea más problemas. Cuando nos centramos en algo, debemos encontrar la manera de hacerlo sin importar qué. Con una mentalidad implacablemente positiva y abierta, estamos mejor disciplinados para completar las tareas necesarias para materializar nuestras soluciones.
Sherrie Campbell
CONTRIBUYENTE
Psicóloga, autora, oradora
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